jueves, 16 de febrero de 2012

De Temblor de cielo...Vicente Huidobro

"...Baja el dedo con que ibas a señalar el destino ofrecido, tus experiencias de sombra, mientras un barco está naufragando y salta de tromba en tromba, de abismo en abismo bajo el cielo negro.
Emplea mejor tu tiempo en ondular tus cabellos como un mar sencillo que escucha sus pájaros blandos al cruzar la tarde.
Guarda para la muchedumbre en fiesta hueca, acodada en las barandas del puertos tus lecciones nocturnas. Guarda para ella el ceremonial de tus senos que ya no pueden tenerse en sí.
Luego ha de llevarte la carroza del rey con tu vientre y tus piernas, con tu mirada de cometa a través del gestío que te aplaude. ¿Qué más quieres?"

Extracto de Temblor de cielo de Vicente Huidobro

jueves, 9 de febrero de 2012

El vuelo de la reina...Tomás Eloy Martínez

A eso de las once, como todas las noches, Camargo abre las cortinas de su cuarto de la calle Reconquista, dispone el sillón a un metro de distancia de la ventana para que la penumbra lo proteja, y espera a que la mujer entre en su ángulo de mira. A veces la ve cruzar como una ráfaga por la ventana de enfrente y desaparecer en el baño o en la cocina. Lo que a ella más le gusta,sin embargo, es detenerse ante el espejo del dormitorio y desvestirse con suprema lentitud.

De la novela El vuelo de la reina" de Tomás Eloy Martínez

El guardián entre el centeno...J. D. Salinger

Si de verdad les interesa lo que voy acontarles, lo primero que querrán saber es dónde nací, cómo fue todo ese rollo de mi infancia, qué hacían mis padres antes de tenerme a mí, y demás puñetas estilo David Copperfield, pero no tengo ganas de contarles nada de eso. Primero porque es una lata, y, segundo porque a mis padres les daría un ataque si yo me pusiera aquí a hablarles de su vida privada. para esas cosas son muy especiales, sobre todo mi padre.

De la novela El guardián entre el centeno de J.D. Salinger

El tiempo que querría... Fabio Volo

Soy hijo de un padre que nunca nació. Lo sé porque he observado su vida. Desde que tengo memoria, no recuerdo haber visto jamás el placer en sus ojos: pocas satisfacciones, quizá ninguna alegría.
Eso me ha impedido disfrutar plenamente de mi propia vida. Pues, ¿cómo puede un hijo vivir su vida si el padre no ha vivido la suya? Anuqe algunos lo consiguen, resulta siempre complicado. Es un taller de sentimientos de culpa que trabaja a todo ritmo.

De la novela El tiempo que querría de Fabio Volo

La buena hija... Almudena Grandes

A las nueve en punto de la noche, cuando consideré que el agua había alcanzado ya el nivel preciso para desafiar a Arquímides sin llegar a poner sus cálculos en entredicho, cerré el grifo y me dirigí al armarito que, en días horribles -como había sido aquél, sin ir más lejos-, se burlaba de mí por llevar todo el camino de convertirme en una vieja solterona clásica, más penosa aún, mucho más prescindible para el género humano que esas funcionarias cuarentonas, separadas ya de antiguo, que salen por parejas los viernes por la noche para precipitarse sobre el primer conocido que encuentran y preguntarle si está viviendo solo o ha traído a su mujer.

Del libro de cuentos "Modelos de mujer" de Almudena Grandes

Dos botellas de vino...Carlos Cerda

El lunes, apenas salí de la escuela, corrí hasta la calle de la feria para ver los cartelones del Coliseo. Siempre hago eso los lunes porque es el día en que colocan el programa de la semana. Lo que me interesa es saber qué películas pasan el domingo, ya que los otros días ni pensar en ir al cine, y ni siquiera todos los domingos, sino uno por medio, pues mi papá dice que hay que medirse, que lo que deja la pensión no alcanza para nada, y mi mamá que en los cines de barrio se aprenden malas costumbres.

Del libro de cuentos Primer tiempo de Carlos Cerda.

Decisiones


Algo está pasando en la vereda del frente.

Un hombre y una mujer deciden construir una historia en conjunto;

una pareja de hombres deciden dejar de construir cosas en común;

una mirada insinuante se topa con otra mirada,

se seducen;

una ira choca con otra rabia carcomida,

se odian.

Algo pasa,

pero pasa en la vereda del frente,

en la pieza del frente.

Lo veo en sus ventanas.

En esta vereda no hay nada que decidir.

No hay de quien alejarse,

No hay  a quien acercarse,

No hay a quien mirar a los ojos,

No hay a quien condenar con la rabia.

Renuncio, voy a cruzar.

(2001)



Combinación con línea 5



Tengo la espalda pegada al respaldo de un asiento. Miro insistentemente hacia afuera buscando tranquilidad. “Metro Baquedano, lugar de combinación con línea 5”.  Mis manos comienzan a sudar e involuntariamente muevo mis piernas. El carro abre sus puertas y entra una masa de seres humanos: veo cabezas, abrigos, manos. Un maletín aplasta mi estómago, pero no puedo moverme y reaccionar. La gente se agita y se aplasta. Luego todos miran al techo. Siguiente estación. El carro se detiene frente a un televisor. Veo un hombre diciendo que están satisfechos con las nuevas medidas: “el metro está funcionando normalmente”.


Don Humberto


Con su cuerpo semi erguido, sus manos en la espalda y a paso lento, Don Humberto caminaba tantas cuadras al día que provocaba una gran curiosidad en la Villa Macul. Lo veía el panadero que trabajaba al frente de la plaza, el viejo de la parafina y la señora que todos conocían porque había vendido un número ganador del Kino. "Tan viejito que está" decía unos vecinos; "¿Qué andará buscando?" especulaban otros. Nadie sabía que cuando este anciano de cabeza cana llegaba a la casa, su nieto le preguntaba ansioso si había podido encontrar el recuerdo de su infancia.

Se inicia con una partida: la de Spinetta

“La música es algo que va más allá de si uno da recitales o no. Hay que librarse de todo eso y quedarse con la naturaleza del sonido, como para ver bien a qué jugamos con este lenguaje tan maravilloso”, decía Spinetta en una charla abierta ante estudiantes de música, hace once años. Y concluía con una de esas iluminaciones, esas metáforas desaforadas con las que lograba forzar las palabras, invadirlas de un ritmo propio y hacerles decir lo que nadie había dicho antes: “Y a mí, que me siento un pequeño músico, frente a músicas que son el cielo, me encanta poder difundir algunas ideas que creo que son válidas. Me encanta poder hablar de lo sagrado que tiene el sonido, De esa arcilla con la que, si se tiene la visión del cielo, se puede elaborar el cielo”.

Referencia aparecida hoy en página 12, porque el 8 de febrero del año 2012 se fue de viaje largo un gran inspirador.